Para reflexionar
Planificación de comidas
Parte de vivir de forma independiente consiste en tomar tus propias decisiones sobre lo que tú y quizá otros miembros de tu familia vais a comer. A veces, probablemente tomes estas decisiones impulsado por el momento. Sin embargo, hay varias razones por las que es una buena idea planificar tus comidas:
- Te da más control sobre cuánto dinero gastas en comida, lo que te ayuda a presupuestar.
- Cuando planificas con antelación, puedes hacer menos viajes al supermercado y estar seguro de que compras lo que necesitas.
- Cuando utilizas lo que tienes, desperdicias menos comida.
- Te ayuda a aprovechar el tiempo al máximo cada día saber qué vas a comer y cuánto tardarás en hacerlo.
- Te ayuda a gestionar tu tiempo de forma más eficaz.
Entonces, ¿cómo empezar a planificar las comidas? Aquí tienes algunos consejos:
Elige el momento adecuado para la planificación
Puede ser una buena idea planificar tus comidas a una hora y en un lugar determinados cada semana, de modo que puedas establecer una rutina regular para planificar y hacer la compra. Esto también ayuda a evitar distracciones. Prevé tiempo suficiente para mirar las recetas, decidir qué comidas tomar cada día y hacer la lista de la compra.
Considera las necesidades dietéticas
Los expertos afirman que estos son los grupos de alimentos que los adultos deben incluir en su dieta habitual:
- Verduras de todo tipo
- Frutas
- Granos
- Lácteos
- Proteínas (carnes, huevos, frutos secos, etc.)
- Grasas (como aceites)
Piensa también en las restricciones dietéticas que podáis tener tú u otras personas de tu casa. Por ejemplo, ¿alguien en tu casa sigue una dieta sin gluten, o es alérgico al marisco? ¿Hay alimentos que desagraden especialmente a alguien y deban evitarse?
Buscar recetas
Hoy en día, es fácil encontrar recetas en libros de cocina, de amigos y familiares, en Internet e incluso en las redes sociales. Elige una variedad de recetas que incluyan alimentos sanos en la medida de lo posible, y planifica comidas que encajen con las actividades del día. Por ejemplo, elige comidas que requieran más tiempo y preparación para los días en que dispongas de más tiempo y energía a última hora del día; en los días más ajetreados, es buena idea planificar comidas más sencillas que puedan prepararse rápidamente.
Compra en tu cocina
Otra cosa a tener en cuenta son los ingredientes. Si encuentras una receta con especias muy poco habituales, por ejemplo, puede que te resulte difícil encontrar usos para esas especias en el futuro. Es mejor que elijas recetas que te permitan utilizar más de lo que tienes. Por ejemplo, si te sobra pollo en el frigorífico, quizá quieras encontrar una receta que te ayude a aprovecharlo para que no se desperdicie.
Repasa las listas de ingredientes de las recetas que has seleccionado y comprueba qué artículos tienes ya en el frigorífico y en los armarios de la cocina. Todo lo que no tengas debe ir a la lista de la compra.
Haz tu lista de la compra
Hacer una lista de la compra te ayuda a no gastar más dinero del previsto, y evita que olvides cosas importantes. Aquí tienes algunos consejos para hacer una lista que te funcione:
- Decide qué tipo de lista utilizar: Algunas personas prefieren escribir a mano sus listas de la compra, mientras que otras utilizan dispositivos domésticos inteligentes como Amazon Alexa o aplicaciones en sus teléfonos. Amazon Alexa y la app Notas de los iPhones ofrecen colaboración, de modo que todos los miembros de una casa pueden ver y añadir cosas a la misma lista. Utiliza el método que mejor se adapte a ti, para asegurarte de que mantienes el hábito y le sacas el máximo partido.
- Agrupa por categorías: Las tiendas de comestibles están organizadas por tipo de alimentos. Los productos frescos (frutas y verduras) están en una zona de la tienda, la leche y otros productos lácteos están en otra, etc. Empieza creando categorías para los comestibles, como Productos Agrícolas, Lácteos, Carne, Conservas, Congelados, Panadería, etc. Luego coloca cada artículo de tu lista en su categoría correspondiente. De este modo, recogerás todo lo de la categoría a la vez, para aprovechar mejor tu tiempo.
- Comprueba las cantidades: Toma nota de la cantidad que necesitas de cada ingrediente. Esto suele depender de la receta. Por ejemplo, si encuentras una receta que sirve para dos pero en tu casa hay cuatro personas, puede que necesites duplicar las cantidades. Asegúrate de saber exactamente cuánto necesitarás de cada cosa.
- Añade cosas a la lista a lo largo de la semana: A veces, cuando hacemos la lista de la compra y vamos a la tienda, nos olvidamos de artículos que necesitamos ocasionalmente y que hay que reponer. Mantén una lista actualizada y añádela en cuanto sepas que necesitas un artículo, para no olvidarte de comprarlo cuando vayas a la tienda. Por ejemplo, cuando veas que te estás quedando sin pasta de dientes, añádela a la lista para acordarte de comprarla la próxima vez que vayas a la tienda.
Recursos
¡Tu turno!
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