
Trucos y consejos para limpiar
Puede que no podamos agitar una varita mágica y hacer que tu casa esté limpia al instante, pero podemos ofrecerte algunos trucos útiles para mejorar tu experiencia de limpieza y herramientas que pueden facilitarte el trabajo, ¡para que termines de limpiar más rápido y puedas seguir con tu vida!
Recuerda la “teoría de la ventana rota”, y ordena sobre la marcha
Los policías siguen la teoría de la ventana rota. Se trata de la idea de que cuando una casa muestra signos visibles de daños o desorden, invita a cometer más delitos. En los barrios donde hay ventanas rotas, por ejemplo, parece que nadie cuida de esas casas. Eso anima a los delincuentes a cometer más delitos allí.
Del mismo modo, ¡un hogar desordenado fomenta más desorden! Piénsalo de este modo: Cuando tu cocina está relucientemente limpia, no sienta bien dejar los platos sucios en el fregadero, ¿verdad? Una cocina limpia hace que quieras mantenerla limpia. Pero si la cocina está desordenada, con platos amontonados en el fregadero y migas por toda la encimera, puedes pensar: “Bueno, ¿qué es un plato más?”. Así que sigues añadiendo, y antes de que te des cuenta, tienes una enorme pila de platos que limpiar. ¡Ahora parece más difícil empezar!
En lugar de eso, mantén tu casa ordenada. Por supuesto, los líos ocurren, y no siempre podemos estar limpiando. Pero intenta dedicar unos minutos al día a guardar las cosas, limpiar lo que ensucies después de comer y guardar los zapatos en el armario. Ese poco de orden significa que, al final del día, tu casa no estará desordenada y limpiar no te resultará tan difícil.
Utiliza una app de limpieza
Hay muchas aplicaciones disponibles para teléfonos inteligentes que pueden ayudar a simplificar la limpieza. Hay Impecableque te ayuda a crear listas de tareas para cada habitación de tu casa; Todyque convierte la limpieza en un juego divertido; Sweepyque te ayuda a seguir, organizar y completar tareas; y muchas más. Sólo tienes que hacer una búsqueda en Internet de “aplicaciones de limpieza” y explorar las que mejor se adapten a tus necesidades, ya se trate de recordar tareas, celebrar victorias o hacerla más divertida.
Asegúrate de que todo tiene un hogar
Las cosas que utilizas habitualmente -como las llaves, el teléfono, la cartera o el bolso, los auriculares o el cepillo del pelo- deben tener hogares designados donde vivan siempre. Acostúmbrate cada día a colocar estos objetos en su lugar, ya sea una cesta, una mesa, un cajón o una estantería. Si encuentras uno de estos objetos en otro sitio, llévalo a su casa inmediatamente, para que nunca te preguntes adónde ha ido a parar.
Utiliza un plato, un vaso y un utensilio al día
Si puedes enjuagar y limpiar el plato, el utensilio y el vaso después de usarlo, estará listo para la siguiente comida. Así hay menos que limpiar al final del día.
Llena el lavavajillas sobre la marcha
Después de usar una sartén, taza u otro utensilio de cocina, mételo directamente en el lavavajillas. Sigue llenando sobre la marcha para no tener que dedicar mucho tiempo después de las comidas a hacerlo todo.
Utiliza cestas
Guarda cestas o recipientes de plástico en cada habitación para cada persona que viva en ella. Cuando aparezca desorden en esa habitación, échalo en la cesta de su dueño. Al final del día, cada persona coge su cesta y guarda esos objetos. Esto es especialmente útil para quienes van en silla de ruedas, ya que una cesta se puede llevar fácilmente en el regazo.
Utiliza colores y etiquetas Braille
Para las personas con visión deficiente o nula, prueba a utilizar etiquetas de colores brillantes con texto muy grande para identificar los suministros, o utiliza etiquetas en braille; existen numerosos rotuladores braille en el mercado.
Recuerda lo básico del lavavajillas
Cuando se utilizan correctamente, los lavavajillas cambian las reglas del juego. He aquí algunas reglas básicas para sacarles el máximo partido:
- Los lavavajillas suelen tener cestas extraíbles para los cubiertos. Saca la tuya y colócala en la encimera a tu lado para evitar tener que agacharte repetidamente.
- Los vasos, los cuencos de plástico, los cuencos pequeños y algunos utensilios grandes van arriba, donde hay menos calor y menos posibilidades de que el chorro de agua los saque de su sitio.
- La rejilla inferior es para platos, bandejas, cuencos, ollas y sartenes.
- Presta atención a los fondos de los cuencos, tazas, platos y vasos sellados al vacío para asegurarte de que no metes en el lavavajillas artículos que no son aptos para lavavajillas.
- ¡Los lavavajillas no son sólo para los platos! En el lavavajillas puedes lavar herramientas de jardinería, desinfectar esponjas, limpiar utensilios de baño, desinfectar juguetes y material deportivo, lavar peines y cepillos, limpiar las rejillas de la cocina y mucho más.
Encuentra una o dos herramientas realmente versátiles
Busca productos de limpieza que puedan limpiar varias cosas para reducir el equipo que necesitas utilizar y almacenar. Por ejemplo, busca productos de mango largo que puedan cambiar varios cabezales o fregadoras.
Busca aparatos de carga frontal
Para muchas personas en silla de ruedas o con problemas de movilidad, la colocación de la puerta de un electrodoméstico -microondas, lavadora, horno- puede marcar la diferencia. Puede haber una forma de cambiar la puerta para que se abra a la derecha en lugar de a la izquierda, por ejemplo. O, si puedes elegir, elige electrodomésticos que ofrezcan opciones de carga frontal, que son más fáciles de alcanzar por dentro y cargar o descargar. Y algunos microondas tienen puertas tipo horno que se abren hacia abajo, lo que puede ser útil para apoyar sobre ellas platos calientes y pesados.
Ve las cosas desde otro ángulo
Para las personas con discapacidad que pueden tener problemas de destreza o flexibilidad o que necesitan sillas de ruedas, andadores o bastones, el planteamiento “estándar” para limpiar y utilizar los aparatos no siempre funciona.
Por ejemplo, puede ser difícil llenar o descargar una lavadora desde delante, lo que implica inclinarse mucho hacia delante. ¿Quizá puedas retroceder hasta la lavadora, inclinarte lateralmente o incluso ponerte en el suelo? Si descargar el lavavajillas inclinándote y poniéndote de pie repetidamente te resulta difícil, piensa en formas de cambiar el ángulo, como sentándote en una silla y sacando varios objetos a la vez, colocándolos luego en la encimera para guardarlos más tarde. ¡Sé creativo!
Haz listas para mantener el rumbo y celebrar las victorias
Intenta hacer listas de lo que hay que hacer para que no se te olvide nada. Esto no sólo te permite ver de un vistazo cuánto queda por hacer, sino que también te sientes muy bien cuando puedes tachar cosas de la lista. Es una pequeña cosa que te proporciona una sensación de logro y te da energía para seguir adelante.
Utiliza temporizadores para dividir el trabajo
Tanto si tu tiempo es limitado como si lo es tu energía, limpiar te resultará mucho más fácil si lo divides en trozos de tiempo pequeños y manejables. Prueba este truco: Programa un temporizador para un periodo de tiempo reducido, normalmente 5 o 10 minutos. En ese tiempo, concéntrate en una tarea de limpieza. Por ejemplo, tal vez te des 5 minutos para ordenar el salón, poner los platos en el lavavajillas o limpiar el lavabo y la encimera del baño. Conviértelo en un reto divertido para ver cuánto puedes hacer en ese periodo de tiempo. Cuando suene el temporizador, ¡para! Esa es tu limpieza del día. Es probable que te dé menos miedo limpiar si ves que se acaba pronto.
Canta o baila a tu manera
En lugar de un temporizador, prueba a ver cuánto puedes limpiar mientras suena tu canción favorita. Canta a pleno pulmón, o incluso baila mientras friegas, limpias, quitas el polvo o alisas. Cuando acabe la canción, habrás terminado y probablemente estarás de muy buen humor. También puedes hacer esto con una lista de reproducción, haciendo que tu tiempo de limpieza sea un poco más largo pero también más divertido.
Abordar un área pequeña
Si te sientes abrumado por todo lo que hay que hacer en casa, recuerda que puede darte un gran impulso ocuparte sólo de una pequeña zona, como una estantería, un cajón, un armario o un rincón. Si tienes que limpiar toda la cocina o el dormitorio, divídelo por zonas. Quizá un día limpies el inodoro, otro el fregadero, etc.
Organiza tu casa para facilitar la limpieza
Si te resulta difícil caminar o empujar tu silla de ruedas por una habitación debido a la forma en que están dispuestos los muebles, a que una alfombra se enrosca o a que una cuerda se extiende por el suelo, haz que te resulte más fácil. Mira todas las habitaciones de tu casa y piensa si están dispuestas de la forma mejor y más segura posible. Si hay una forma mejor que facilite tu vida y tu limpieza, ¿por qué no reorganizarla?
Utiliza ayudas para el movimiento
Puedes colocar elementos como sillas, bancos, taburetes y barras de apoyo en las zonas de tu casa donde tengas que agacharte o levantar mucho peso, o donde puedas resbalar y caerte. Esto puede ser de gran ayuda cuando limpias, sobre todo en baños y cocinas, donde el suelo puede resbalar cuando está mojado o donde hay que agacharse mucho para recoger cosas, fregar o guardar objetos en armarios o estanterías.
Recursos
- Lavar la ropa y hacer la cama, Una vida diferente
- Limpieza del bañoUna vida diferente
- Aprender a aspirarUna vida diferente